Si alguna vez se ha planteado utilizar los servicios de una empresa de software, probablemente se haya preguntado cómo es el proceso de cooperación entre su empresa (cliente) y la empresa de software. La mayoría de las empresas del sector tecnológico utilizan un modelo de cooperación similar. La mayoría de las veces hablamos de proyectos a medida -desarrollo de una idea desde cero- o outsourcing.
Los principios de la cooperación con un empresa de software suelen despertar cierta curiosidad en los clientes. Quieren conocer un plan detallado de la cooperación diaria, la presentación de informes sobre los resultados, el reparto de funciones y su necesaria participación en el proyecto. Cuando un cliente necesita cooperar con un socio externo, debido a los elevados requisitos tecnológicos de su desarrollo de productospuede tener dudas sobre todo el proceso. Si un cliente sólo ha trabajado en sus productos en la empresapuede que no sepa si la cooperación con un equipo será efectivo.
Si se decide por esta opción para su producto rápidamente se dará cuenta de que colaborar con una empresa de software tiene muchas ventajas. Es ante todo una solución rentable, proporciona un trabajo de alta calidad gracias a su especialización en algún campo seleccionado y asegura un apoyo técnico continuo.
Básicamente, existen las dos formas más populares de esa cooperación. Las hay proyectos a medida y outsourcing.
Proyecto personalizado
Esta cooperación se aplica a los proyectos desarrollados desde cero. Los clientes suelen tener una idea para un producto y la presentan a la empresa de software. A veces puede que no tengan una idea concreta, pero saben cuáles son las funcionalidades más importantes que les gustaría ver implementadas en su solución. En la fase inicial, la empresa de software (haciendo uso de su experiencia) ayuda a desarrollar conceptualmente el esbozo del producto, ayudando al cliente a comprender cuál es la tecnología adecuada para el producto específico. Esta fase podría denominarse consultoría.
Esta fase inicial de cooperación es necesaria para definir las especificaciones y objetivos del proyecto. Esta tarea pertenece al cliente. A partir de ahí, la empresa de software puede hacer una estimación de los costes, la duración del proyecto y los plazos para tareas específicas. Ambas partes llegan a conocer la forma de trabajar de la otra y afinan los detalles. Si es necesario, el cliente puede consultar con la empresa de software para encontrar soluciones alternativas. Si hablamos de proyectos a medidala práctica más habitual es definir la lista de las funcionalidades necesarias del producto para conseguir MVP (Producto mínimo viable).
En este punto, el cliente decide si la cooperación puede seguir adelante y se firma el contrato. La segunda fase consiste en que la empresa de software forme un equipo que desarrolle el proyecto. A menudo, estos equipos no sólo están formados por desarrolladores, sino también por diseñadores de UX/UI, dependiendo del tipo de proyecto. A continuación, se elige al Jefe de Proyecto para que coordine todo el trabajo y actúe como enlace entre el cliente y los desarrolladores, con el fin de ofrecer el mejor nivel de comunicación. También es una buena práctica dar al cliente la oportunidad de conocer a todo el equipo desde el principio. Esto ayuda a generar confianza en el cliente e implicación en el equipo.
Ha llegado la hora de la fase de desarrollo. La mayoría de las empresas de software prefieren trabajar con la metodología Scrum (un enfoque que también podemos recomendar), gracias al cual todas las tareas relacionadas con el proyecto se desarrollan gradualmente en un momento dado. Todas las tareas se encuentran, por ejemplo, en Jira (o en cualquier otro gestión de proyectos herramientas) y se agrupan del siguiente modo:
- backlog - tareas que se realizarán en el futuro
- hacer - tareas que se realizarán durante la sprint
- en curso: tareas en las que el equipo está trabajando actualmente.
La duración del sprint suele ser de unas dos semanas. Durante este tiempo, el equipo se centra en la ejecución de las tareas seleccionadas y prueba continuamente las funcionalidades creadas (código revisión). Gracias a las reuniones diarias, el equipo puede compartir información sobre el progreso de su trabajo y los clientes reciben informes semanales que muestran el desarrollo del proyecto.
Dependiendo de las necesidades del cliente, la comunicación entre ambas partes puede darse con más frecuencia, a veces incluso a diario. Normalmente se utilizan herramientas como Slack o Jira para facilitar la comunicación. De este modo, el cliente no solo tiene una visión actualizada del progreso, sino que también puede preguntar cualquier cosa a un miembro del equipo en cualquier momento. Este proceso ayuda a mantener el producto en constante desarrollo.
Cabe señalar que, tras establecer las bases de la cooperación y confirmar el pliego de condiciones del proyecto, la participación del cliente llega a su fin. A continuación, todo el proceso pasa a manos de la empresa de software, cuya tarea consiste en alcanzar metas y objetivos específicos.
Subcontratación
La segunda opción es outsourcing. Suelen elegirlo las empresas que tienen necesidades rápidas o urgentes relacionadas con el desarrollo de su producto. Otra razón para elegir outsourcing puede ser la falta de competencia o mano de obra suficientes en el equipo interno. Este tipo de cooperación puede comenzar mucho más rápido que los proyectos a medida, porque el cliente conoce claramente sus necesidades y requisitos desde el principio.
En la primera fase de la cooperación basada en outsourcing, el cliente determina sus necesidades y pide a la empresa de software que designe al miembro del equipo adecuado con el que podría cooperar. A continuación, lo más frecuente es verificar sus aptitudes. Esto puede hacerse mediante una entrevista y una reunión de familiarización. Pero a veces la empresa de software puede ofrecer un periodo de prueba gratuito (1-2 semanas) para que el cliente compruebe las aptitudes del empleado potencial.
Una vez concluida con éxito la fase de verificación, el cliente subcontrata a uno o varios desarrolladores para que se unan a su equipo interno. En este caso, el Product Owner desempeña un papel crucial. Se pone en contacto con los desarrolladores remotos y coordina su trabajo. Todo este proceso se facilita gracias a herramientas específicas que ayudan a medir el tiempo de trabajo de cada desarrollador. También es una información útil para que el cliente entienda cuánto tiempo se necesita realmente para realizar una tarea específica.
Como probablemente haya notado, outsourcing es una solución relativamente sencilla y rápida que no requiere mucho compromiso por parte del cliente. Es una forma sencilla de que una empresa incorpore desarrolladores a su equipo interno para proyectos temporales. Su ventaja es también la posibilidad de realizar un periodo de prueba, en el que se verifican las aptitudes del desarrollador y la empresa puede conocer su método de trabajo y, en última instancia, decidir si establecer una mayor cooperación. Así se minimiza el riesgo de elegir al candidato equivocado.
Resumen
Proyectos a medida y outsourcing son métodos eficaces para desarrollar su producto desde el punto de vista tecnológico. La clave está en elegir al socio adecuado, preferiblemente uno que tenga experiencia en el desarrollo de proyectos similares al suyo. Esto debería asegurarle que la empresa de software tiene competencias suficientes para ayudarle. También merece la pena comprobar las opiniones de otros clientes y ver cómo evalúan el trabajo de todo el equipo.
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