¿Diseñar una página web desde "el final"? ¿Por qué no? Hay dos formas de hacer un proyecto responsive: puedes diseñar una versión de escritorio y recortar su contenido, una característica tras otra para dejar sólo lo esencial, o hacer el diseño móvil, condensado, y ampliarlo.
El problema de la reducción es que siempre hay que tener en cuenta que no todas las tecnologías de escritorio son adecuadas para los dispositivos móviles y que, a veces, la versión "recortada" da la sensación de estar incompleta, de ser poco profesional y de que al ajustar el sitio web de escritorio se descargará el contenido grande aunque no sea necesario.
El enfoque mobile-first es un método que te ayudará a extraer el núcleo de tu idea y tener en cuenta cuál es el contenido más importante, cuál es el propósito que quieres mostrar. Puede utilizarlo para aumentar el rendimiento de la página minimizando la sustancia innecesaria cuando sea necesario, más fácil de supervisar. También es más fácil diseñar patrones de interfaz de usuario cuando se puede añadir algo complicado, que reducir algo importante. Además, es más útil mirar desde el punto de vista de la accesibilidad: ¿cómo reaccionarán los dispositivos más lentos? Los dispositivos de sobremesa suelen ser más potentes que los móviles, por lo que resulta más fácil código nueva característica como un añadido, no la base que no se puede utilizar realmente en los más lentos. Sin embargo, esto no significa que el diseño móvil tenga que ser crudo y descarnado. Teniendo en cuenta los límites, debe ser complejo y atractivo, porque ambas versiones son profundas para el espectador mientras navega, pero tampoco significa que la experiencia tenga que ser idéntica (de hecho, no puede serlo).
El reto para las vistas móviles es: ¿cómo poner tantas funcionalidades como sea posible, con poco peso y una experiencia intuitiva? Los ordenadores de sobremesa perdonan muchos errores, pero los móviles no. Si disparas primero a la presa más grande, te resultará mucho más fácil el desarrollo posterior. Recordando los toques y deslizamientos, no hay mucho que pensar al convertirlos en clics, al menos no tanto como en el otro sentido.
¿Qué es difícil? En mi opinión, lo más difícil cuando se parte de la vista móvil es la falta de un concepto de diseño visual claro. Este problema viene estrictamente de la perspectiva creativa y artística, en la que la versión móvil a veces ES un diseño deficiente. Sí, esa es la verdad: no hay mucho espacio para expresarse y dejar hablar a la imaginación sin trabas, sobre todo si el diseño no es puro y minimalista. Hay que cuidar mucho la composición del color y la forma, que tiene que encajar en un espacio pequeño y seguir pareciendo atractiva y clara, por no hablar del manejo intuitivo. ¿Cuál es la solución? Yo recomendaría esbozar todas las versiones con tantas ideas visuales como sea posible y luego empezar la opción móvil desde un punto de vista técnico y de pura experiencia de usuario y desarrollo front-end. Parece la mejor respuesta al dilema, un compromiso para obtener sólo ventajas desde ambas perspectivas.